Para muchos la época de navidad es alegría, reencuentro hallacas y parranda.
Para otros es fecha de tristeza, desesperanza y desolación, la gran mayoría de los venezolanos se encuentran de luto, sus hogares se han vestido de negro, motivado a la muerte de un ser querido, este ser, cayo en manos del hampa que anda con el moño suelto , que no respeta ni siquiera al Espíritu de la Navidad.
Cuenta una señora que se encuentra en la puerta de la morgue de Bello Monte, a la espera del cadáver de su hijo, quien fue asesinado por unos malandros para robarle los zapatos.
dice la señora entre sollozo y lagrima que su hijo esa tarde se vistió con su ropa nueva que había comprado con el dinero ahorrado durante todo el año, ese dinero era producto de su trabajo, luego de vestido incluyendo sus zapatos de marca, salio a la calle y a los 5 minutos unos desarmados le pegan 3 tiros para robarlo.
Esta historia se repite todos los fines de semana, por no decir a diario. Pareciera que los delincuentes no tienen quien les ponga control, que no existe nada ni nadie que les haga entrar en razón, que la cárcel ni la paliza que de seguro reciben los haga coger escarmiento; ya basta. El pueblo venezolano necesita tener paz, tener un poco de tranquilidad, un poco de descanso, estamos cansados. Basta delincuentes, pronto les llegara su turno de terror después no digan piedad, porque no la tendrán con ustedes.
JRSB/27-12-1995
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