viernes, 9 de marzo de 2012

Viejo




Con el paso de los años, las personas van perdiendo la apariencia juvenil y lozana   de esos años de mozo, si la persona ha tenido dinero, lo ha sabido administrar estará tranquilo, seguro, podrá viajar, contemplar atardeceres, ver la salida del sol todos los días, su vida será tranquila, placentera, hasta que llegue el día de la partida.

La persona que llega a la vejez ha obtenido su jubilación, podrá vivir más o menos tranquilo, pues cuando no le paguen entrara en crisis, si no tiene, hijos que se encarguen de el, pasara por momentos difíciles, tal vez alguien lo ayude pueda salir del atolladero.

Existen otros que no  han tenido la misma suerte de los anteriores, son hijos del tiempo, el espacio, andan por la vida sin rumbo fijo, sin tener a donde ir, ni donde llegar, lo mas triste nadie los extraña, se convierten de la noche  a la mañana en esa triste realidad venezolana, son  mendigos, esos mismos que ven en las aceras, debajo de algún maloliente y descuidado puente, ese será su hogar, su todo, ahora, él luchara por su vida, su realidad es tan cruda que lo hace perder la esperanza de un mañana mejor.
 
El no tiene a donde ir, nadie lo espera, a nadie le hace falta ni nadie piensa en el.

Imaginen que ese hombre pudo ser un prominente profesional, pero por cualquier causa se dejo arrastrar por la bebida, las no tan buenas compañías, cuando trato de superarlo, ya era demasiado tarde, no le dio tiempo de tratar de buscar una respuesta a su existencia.

La mayoría de esos ancianos que vemos por las calles, son un reflejo de la sociedad que los margina, los hace cada día más pobres, miserables, esa es la palabra miseria. No tienen que comer ni que vestir, les importa poco si se bañan o no, solo les importa una carterita en el bolsillo, que a fin de cuenta es su fiel compañera, ya que, en las noches frías, oscuras mitigara su desesperanza.
Creo que el Gobierno, debe tener algo mas de interés en estos hombres y mujeres del ayer, ayudarlos de verdad, se que existen residencias para indigentes, creo que están una en la Av.  San Martín, también están las del  Inager, es necesario que exista otras políticas, algo mas ajustado con la realidad del día a día de estas personas,  que puedan dar respuesta inmediata a sus  problemas sociales, muchos políticos  solo hablan de planes sociales, cuando andan en busca de asegurar su curul en el congreso, todos hablan de los logros y las alternativas que tienen para este grave problema,  muchos planes inmediatos tienen en mente, pero que mente tan frágil al llegar al poder se les olvida,  todos los Gobernantes  en los últimos cuarenta y seis años incluyendo al gobierno revolucionario solo dan respuestas a media a este crisis social. 

Tiene que  existir una fundación para el anciano, el indigente que se dedique a recogerlos de las calles, darles un techo seguro, que sean censados, e identificados con todos sus datos  al día,  con reportes de las cosas que puedan tener, de todos las dolencias  identificadas, para futuras emergencias, creo que en los Teques existe algo así,  es financiado con el seguro social, allí se les da  asistencia medica, comida, Es oportuno un programa de relaciones publicas con los pasantes del instituto universitario para que esos estudiantes del ultimo año de la carrera prepare programas ajustados a las necesidades de los ancianos, también podrán  estar las escuelas de sociología, educación, los trabajadores sociales,   todas las instituciones que tienen que ver con este problema que afecta a la sociedad, a fin de cuenta es de todos, las alternativas son muchas, tal vez si  hubiese alguna posibilidad de hacerlas realidad, que no choquen con los intereses particulares de los que tienen en sus manos las alternativas de cambio.

Jesús Rafael Salvatierra Bolívar
Escrito original en el año de 1993,
Revisado y ajustado en el 2004-08-11

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