sábado, 25 de febrero de 2012

Dos Amores en el llano



En una esplendorosa  mañana de mayo, el día en que nació el potrillo Dame Fuego, un fino caballo de paso, ese mismo día, nacía en la hacienda vecina, la simpática Margarita. Era una hermosa potranca saína, con manchones  blancos en sus patas, el capataz de la hacienda sin rumbos, donde nació Margarita, era un hombre bajito, regordete,  envidioso,  mezquino por naturaleza, pensó, esa potranca podrá darle unos centavos de más, ya que en los meses venideros habrá una subasta de caballos de paso y esa potranquita tenia casta y descendencia de esa raza de caballos y esta por demás decirlo tenia clase para eso.
Por otra parte el dueño del potrillo Dame Fuego, un hombre solitario de buenos sentimientos, quiere hacerle un regalo a la dueña de la hacienda Sin Rumbo,  el sabia lo mucho que le gustaba los animales, en especial los caballos, ese potrillo era hermoso, de esa manera podar llegar hasta el corazón de la mujer que por las noches de luna llena, le quitaba el sueño,
Esto por supuesto, sin saber ella nada de este amor, son estas cosas donde la razón  no puede mandar, por otra parte, ella,  con sus frecuentes viajes a la capital  no le permiten  estar mucho tiempo en su hacienda dado el alto nivel ejecutivo que presta para una firma de contadores.
Al cabo de un mes, los hermosos caballos ya eran todos unos campeones, corrían por toda la hacienda, cada unos por su lado, disfrutaban la libertad que tenían, eso los hacia feliz, el destino los haría encontrarse en la laguna que esta en el lindero de las dos hacienda; un tronco viejo comido por comején,  separa estas dos propiedades justo en la orilla del rió.
La potranquita caminaba con sus paticas Blancas dentro Del agua, chapoteando Como una niña. Por su parte el potranco Dame Fuego corría por la pradera cerquita del rió, cuando Dame Fuego vio a la Hermosa Margarita, su  joven corazón parecía que se le saldría del musculoso pecho, su cuerpo sentía como la adrenalina le recorría por sus cuatros patas, su cabeza le iba a estallar, que emoción  no sabia como caminar para impresionar a la dueña de, esa,  su primera ilusión , desde ese instante el sintió eso, camino de ladito, otras veces daba brinquitos, daba vueltitas de remolino, lo hacia rapidito, salticos para atrás y hacia adelante y por ultimo chapoteo en el agua, se metió en el rió, el agua estaba tan  fría que  sintió un corientazo en sus paticas, quedo paralizado, uff que frio, ella por su parte, hacia que no lo había visto, sus ojitos estaban fijos en el verde pasto que tanto le gustaba, de vez  en cuando miraba hacia todas partes buscando con el rabito del ojo al apuesto Dame Fuego. El se puso en posición de combate, se quedo rígido demostrando su figura altiva destacando sus rasgos de caballo fino, mientras se quedo pensando UN rato,  luego la saludo muy emocionado, - hola preciosa!”Jijiijii! Como te llamas, ella respondió con picardía –Margarita, soy vecina tuya , vivo en la hacienda “Sin Rumbo” en el sin rumbo, contesto el. –Si-dijo ella, el respondió- sin rumbo esta mi corazón, esto le pareció algo gracioso y una hermosa sonrisa se dibujo en su pequeño hocico
Que Tal si caminamos por el rió, -bueno- dijo Ella, así podemos conocernos mejor, ella era una potranca muy altiva, orgullosa de su fino linaje de caballo de paso, el, de felicidad relincho con tanta fuerza que se escucho hasta en el cielo despertando a los angelitos que tranquilos dormían la siesta.
El paseo comenzó caminando muy juntitos,  ella jugaba con el agua mojando sus paticas Blancas, el corría dando brinquitos, todo era alegría, todo era amor. El capataz de la hacienda “sin rumbo” que hacia sus trabajo habitual recorría el lugar, desde el caballo que había tomado pastado, el desarmado villano observo a la pareja de caballos muy juntos y dijo- Ahora si se compuso la cosa, agarro con fuerza las riendas del caballo y se dirigió al rió, ¿ que hago ahora?, ¿Cómo me adueño de estos cabrones caballos, tendré que esconderlos en alguna parte, ¿pero en donde?. Ah! Ya se, los llevare a la casa de mi compadre Juvencio, ese viejo es tan pendejo que no sabrá de donde los saque, allí los mantendré hasta la subasta que ya esta cerca y de seguro conseguiré algún comprador, esos corruptos que tanto existen es este país, de seguro  algún empleado publico con cargo de director esos tienen bastante real a ellos no les supervisan  ni lo que tienen ni lo que tendrán,  o también  me puedo conseguir algún capataz como yo, donde los idiotas dueños confían en nosotros y les podemos  arreglar las cuentas a nuestro antojo, mejor dejo esta pensadera  y me dedico a lo mío.
El malagradecido hombre  se les acerco despacio y desde la silla de montar los enlazo uno a uno ,  por ser unos potrancos jóvenes no se percataron del inminente peligro que corrían, luego los llevo a la casa de su compadre Juvencio allí los dejo, por el camino de regreso pensaba en voz alta, como hare  para decirle a la dueña de la potranca  que esta se perdió,  seguro los invasores de alguna finca expropiada se la robaron o en el ultimo de los casos se la comieron, la idea no le pareció mala, o le digo que la potranca se ahogo  en el rió, como que es mejor, así podrán creerme ya que  en ocasiones el rió era traicionero,  de esa  manera  se hacen las cosas mas fácil para la venta, pues por la raza de los animalitos se ganaría unos centavos de mas…
 Pero una cosa piensa el burro  y otra el que arriba lo arrea, lo que el capataz no  sabia era que el caballo donde el estaba montado, era  nada mas que el abuelito de margarita, y  ya sabia los planes  del mezquino capataz, el impediría de alguna manera los maléficos planes de este engreído capataz.
Al cabo de un  rato, después de andar, llego a la hacienda Sin Rumbo con una mueca de tristeza dibujada en su cara, haciéndose el dolido, se dirigió hacia donde estaba la dueña de la hacienda,  por ende la dueña del animalito, le dice – patrona tengo malas noticias, su hermosa potranquita, no aparece, la he buscado por toda la hacienda, creo que  se la trago el rió tal vez, se la comió algún caimán
Esos bichos son una cosa seria, la cara de Margaret, se entristeció, sus grandes ojos azul como el cielo reflejan dos cristalinas lagrimas en señal del dolor que sentía por la repentina noticia de la perdida de su  animalito,  se  quedo pensando un rato,  con determinación y con firmeza le dijo al capataz,-yo no me  doy por vencida, búscate otro caballo, salgamos a  buscar a margarita.
La buscaremos por toda la hacienda, perdone usted, dijo el malvado capataz,-yo la busque por todas partes y no aparece,
-la buscaremos por cielo y tierra, así se caigan de la cama los angelitos, estos desde arriba dijeron,-primero los caballos y ahora los humanos, tendremos que mudarnos para otra parte.
La búsqueda comenzó por todo el rió, por las montañas, por los bosques y nada, pareciera que de verdad se la trago la tierra, no era posible dijo Margareth.
El dueño de Dame Fuego,  preocupado  por que su caballo no aparecía, hacia muchas horas que había salido, no entendía esta tardanza ya que Como buen llanero conoce la rutina que realizan los caballos es  a una costumbre aprendida.
Pero, que lejos estaba de saber que su caballito se lo había robado o secuestrado por decirlo de alguna manera el capataz de la hacienda vecina.
Lo primero que hizo fue ensillar su caballo y una vez terminada esta tarea se enrumbo hacia la montaña adentro.
El pensaba, será que  a su caballo lo había picado alguna culebra, todo estaría perdido, por el tiempo de retraso que tenia.
 ¿Cómo haré para encontrar a mi caballo? a donde se habrá metido, cuando las cosas están en manos Del Gran Poder de Dios, nada esta perdido.
Camino por un buen roto, recorrió toda su hacienda, al llegar la tarde, cansado y con el sudor en todo su cuerpo, bajo de su caballo y se sentó junto un frondoso árbol que esta cerca del rió; por otro lado se acerca la dueña del Sin Rumbo, vio al recio llanero José  María, sentado bajo el árbol.
Este al ver que se acercaba la hermosa mujer, de la que siempre, ha estado enamorado, se levando de un brinco, como impulsado por un rayo, los grandes ojos de la mujer lo miraron con firmeza, lo detallo como nunca y luego de un roto le dijo –Que  hace usted en mis tierras, esta  usted, en propiedad privada.
 El,  se quedo mudo por un rato y luego le respondió- estas son mis tierras, y haciéndose el que  no la conoce le pregunta -¿que hace usted aquí?,  ahora digo yo el que esta en tierras ajenas es usted, esta en mi propiedad.
Ella le responde mi nombre es Margaret, soy la dueña de la hacienda Sin Rumbo, -es oportuno una explicación, desde Este árbol viejo que esta aquí y hacia el norte, es mi propiedad dijo el, a caramba si las cosas son así usted tiene razón, pues, desde ese mismo árbol y un poco mas el oeste son mis tierras.
Bueno es una coincidencia que sea de esta manera habernos conocido, ya que son unos cuantos años viviendo por aquí y jamás la havia visto, así es la vida incomprensible,
Es que viajo con frecuencia hacia la capital, pero bueno a seguir la búsqueda de mi  margarita, -a su margarita, - si mi potranca que esta perdida, - pero que coincidencia yo también ando buscando a mi potrillo, que tiene como un mes de nacido tal vez mas,
 Pues vera dijo ella,- margarita también tiene ese mismo tiempo de nacido un mes y algo mas, creo que  tenemos muchas cosas en común.
Que Tal si los buscamos juntos y así nos conocemos mejor, me parece excelente idea.
El abuelo de margarita, que sabía exactamente lo que pasaba y donde están los animalitos,  pensó que era la oportunidad de salvar a su nieta y al joven dame fuego. 
  Margareth, trata de enrumbar hacia el sur, pero el sabio y viejo caballo se resiste a la orden que desde arriba trata de imponer Margareth,
 En  su hocico de  dibuja un fino hilo de sangre, José María, hombre criado en el campo con experiencia para saber cuando un animal no quiere hacer una cosa, y como  entendió el mensaje que el animal trata de enviar, le sugiere a Margareth, que es mejor que se deje llevar por su caballo ya que ellos entienden el lenguaje de la naturaleza y a lo mejor esta le dice que sabe donde  están los animalitos,
Ella acepta la sugerencia de José María y se deja llevar. Caminaron por un buen rato, hasta que al llegar a un claro y bajo el cielo casi a punto de dormir,  se puede ver las centellas de millones de luciérnagas,  aunque no es de noche estas comienzan su cortejo amoroso enviando el sublime mensaje a sus compañeras a ver quien se compromete con alguien.
 Se puede ver una casita al pie de la montaña, el dueño de esa  parcela al ver que se acercan José María y Margareth se pone algo nervioso, ya que a escuchado lo terrible que es la mujer y  además conoce a José María, este le vendió un pedazo de su terreno para  estar seguro que nadie invada  esta zona tan apartada de sus tierras, fue una estrategia mas que una necesidad de dinero, -este pensó de inmediato, seguros estos son los dueños de  los  caballos y antes de que los recién llegados le pregunten algo el les salió al paso.
–Buenas tardes que se les ofrece por aquí, andamos buscando a dos caballos perdidos, sabe usted algo de ellos o los has visto,
Este se quedo pensativo un rato, y para no meterse en problemas le dijo,
-Mire José María yo lo conozco desde hace un buen tiempo, jamás he tenido problema con usted y además estoy muy agradecido, por lo que hizo por mi yo soy un hombre humilde y trabajador yo me dedico a sembrar y criar mis animalitos nada mas hago y como usted vera soy agradecido y siento mucho respeto por usted por lo tanto le diré que,
 Yo no sabia nada del secuestro de esos animalitos, por aquí estuvo mi compadre Matías, el capataz de Sin Rumbo, y me dejo a cuidar dos caballitos,  -como es posible dijo Margareth, ese miserable después de todo lo que lo he  ayudado y me paga con esa cochinada, 
-Le juro señora no sabia nada, José María hombre acostumbrada a  las peleas y al camino entendió que aquel pobre   viejo decía la verdad  y no tenia nada que ver  con el secuestro de los animalitos.
 busquemos  los caballos , dijo , -sabes que hiciste mal, espero  que todo lo que te ha pasado hoy te sirva de lección, por lo tanto  dejare pasar esto y se queda así,
 La cara de fecilicidad se dibujaba  en la cara de Margareth, mucho mas en la cara de José María, ya que había encontrado su caballo y un un gran amor.
 El todas maneras el pensaba regalarle este potranco a ella  pero el destino le jugó una  pasada.
 Se le adelanto, los dos se marcharon rumbo a la hacienda de ella  donde  al llegar harían meter preso al capataz de la hacienda.
 Esa misma  tarde y en medio de la línea que divide las haciendas, ambos   tumbaron la línea divisora en señal del inmenso amor que se sentían,
Lo cierto de todo esto, es que no habían terminado un problema cuando   José María y Margareth.
 Ya tenían información que los amigos del forajido capataz hacían los tramites para dejarlo en libertad, hablaron con el Jefe Civil, con el Procurador Agrario, con el Sindico Municipal, hablaron con mucha gente importan del Gobierno.
Las cosas en el llano se manejan iguales y hasta peor que en la capital, ya que por ser  un territorio muy bien demarcado todos se conocen y se encubren unos con otros  todo según el momento político que se viva.
 Al final de la  tarde, del día  siguiente, ya estos cuatreros están en la calle, con su líder liberado, desde ese mismo momento comienzan a reunirse varios ganaderos que no ven con buenos ojos la manera  con que José María se había ganado el corazón de Margareth.
La envidia, y el egoísmo que sentían  no los dejaba tranquilos, en una mesa junto a un rincón  del bar de mala muerte, están  el mono Andrade, miguelito mala lengua, el perro Andrés Manuel, El chivo carrillo, y un personaje que llaman el terrible Cheo, un tipo  oriundo de los lados de Tucupita, esta  casado con una culisa que no lo abandona nunca,   todos unos personajes mas malos que  pedí fiao.
EL  traidor capataz  les cuenta  con lujo de detalle la cantidad de  reses que tiene en  la hacienda sin rumbo y les dice donde existe una caja fuerte que seguro hay mucha plata.
 Los amigos se interesan en esta conversación y de una vez planean cometer el robo del siglo, el chivo dice-yo soy experto en explosivos, y puedo hacer volar la hacienda completa, no vale le dice el perro Andrés Manuel, no te das cuenta que esto traería la atención de la Guardia Civil y esos personajes son muy complicados, lo mejor es que te encargues de hacer volar la caja fuerte.
En ese bar donde están reunidos estos personajes tan malos que de seguro les dieron tetero de limón cuando niños, están unos amigos de José María, estos se quedaron tranquilos sin decir ni una palabra solo se quedaron escuchando lo que estos decían sin el menor cuidado de quien los escucha, estos errores los pagaran caro.
Se retiran del bar sin hacer mucho ruido, toman el camino hacia la  hacienda de José María, luego de un recorrido y bajo aquel cielo estrellado, de verdad una noche tan bonita que nadie puede entender como las personas pierden su tiempo en hacer daño, en definitiva es la naturaleza humana.
Llegan a la hacienda y se dirigen  donde están sentados José María y Margareth, mi buen amigo tenemos algo que contarte, con lujo de detalle le cuentan todo lo escuchado  a la pareja, al terminar el relato José María les dice a sus amigos, me complace mucho saber que cuento con personas que nos estiman y aprecian.
Esa misma noche los Servicios de Inteligencia están al tanto  de lo planeado por los delincuentes y sin perder tiempo y antes que  salga el sol hacen una redada en el sombrío bar, allí detienen a todos  y sin mediar palabras les dicen de la maldad y las malas compañías no sale nada bueno, en el carro donde andan los delincuentes encuentran explosivos, armas de fuego  todo esto los incrimina  y son detenidos y pasado a la orden de la fiscalía.
Esa mañana amaneció con augurios de paz y felicidad, mientras unos celebran un compromiso de por vida, otros seguro estarán  encerrados en alguna cárcel de este país, en un arroyo donde antes había una cerca  están dos caballos jugueteando bajo el profundo cielo azul  del llano.

Jesús Rafael Salvatierra Bolívar